Vacuna contra COVID-19: primeras pruebas en Brasil
Brasil cerrará el primer semestre del 2020 como el principal epicentro de contagios por COVID-19 en América del Sur. El total de muertes por coronavirus se multiplicó por cinco superando 30 mil fallecidos. El país registra más de medio millón de casos confirmados. Esto lo convierte en campo fértil para comprobar la eficacia de la inmunización contra el coronavirus a través de pruebas en humanos.
Fuera del Reino Unido, Brasil será el primero en iniciar pruebas de la vacuna desarrollada por la Universidad de Oxford. Se probará en un grupo de 2.000 brasileños, según un comunicado de la Universidad Federal de Sao Paulo (Unifesp).
La rectora de la Unifesp, Soraya Smaili, detallé que el rango de los postulados será “entre 18 y 55 años, profesionales del área de la salud y personas con altas probabilidades de infección, que trabajan en sectores como limpieza y apoyo en las estructuras que están atendiendo a los pacientes con COVID-19”.
De acuerdo con la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa) de Brasil, se prevé comenzar a inicio de junio la selección de voluntarios en Sao Paulo y Río de Janeiro, y hacia las dos últimas semanas del mes comenzó la aplicación de las vacunas.
Las pruebas serán conducidas por el Centro de Referencia para Inmunobiológicos Especiales (CRIE) de la Unifesp, coordinado por Lily Yin Weckx, investigadora principal. Además contará con el apoyo financiero de la Fundación Lemann, del multimillonario brasileño Jorge Paulo Lemann.
Usualmente el pazo previsto para la observación de estudios de este tipo es de 12 a 18 meses. Lamentablemente, dada la situación de emergencia, en Brasil tienen la expectativa de concretarlo en un 1 año.
La investigadora principal, Weckx, remarcó que es necesario realizar ahora esta etapa del estudio, “cuando la curva epidemológica es ascendente”.
La carrera por la vacuna
Actualmente, hay unas 10 vacunas que se están probando en humanos, incluido el proyecto del laboratorio de la compañía estadounidense Pfizer, que desarrolla su proyecto junto al laboratorio alemán Biontech.
En Estados Unidos seleccionaron cinco proyectos finalistas para desarrollar la vacuna contra el COVID-19. Uno de ellos es el proyecto de la Universidad de Oxford y la farmacéutica AztraZeneca, que será testeado en Brasil.
Los otro cuatro de la selecta lista abarcan a las compañías Moderna, Johnson & Johnson, Merck y Pfizer.
El Gobierno estadounidense no seleccionó a Las farmacéuticas Sanofi (francesa) y Novavax e Inovio Pharmaceuticals (estadounidenses).
Otros ensayos clínicos con humanos se llevan a cabo en laboratorios chinos. Dos de la compañía Sinopharm, uno de Sinovac y otro de la Academia de Ciencias Médicas de China.
A su vez Francia, Alemania, Italia y Países Bajos acordaron formar una “alianza” con el objetivo de lograr producir una posible vacuna contra COVID-19 en Europa.
Los desarrolladores e investigadores están buscando puntos donde la enfermedad aún está en aumento, como América y África. El objetivo es probar vacunas experimentales a medida que los casos disminuyen en Europa y otros lugares. El virus ha infectado a más de 6 millones de personas y causó la muerte de más de 380.000 mundialmente.
Nueva tecnología del encapsulamiento celular
Expertos de la Universidad de Ginebra, en Suiza, y de la red de hospitales universitarios investigan una vacuna contra el coronavirus que utilizaría la nueva tecnología del encapsulamiento celular y podría inmunizar de forma más rápida y prolongada.
En las próximas semanas van a probar la vacuna en ratones, estudiada en colaboración con la universidad canadiense de Laval y la compañía de biotecnología suiza MaxiVAX. Más tarde podría someterse a ensayos clínicos en humanos si los resultados preliminares son positivos, señalaron los centros investigadores.
A través del encapsulamiento celular se implanta una vacuna que incluye un estimulador del sistema inmunitario. Además, contiene información contra las proteínas en forma de corona que identifica el virus.
La tecnología envuelve células en una membrana semipermeable antes de ser inyectadas en el paciente. con el fin de protegerlas del sistema inmunitario del paciente y prevenir rechazos. Sin necesidad de usar tratamientos inmunosupresivos, explicó el comunicado
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