Vacuna contra la COVID-19
Los esfuerzos por desarrollar una vacuna para protegernos de esta enfermedad multisistémica comenzaron a la par de la expansión del SARS-Cov-2 devenido pandemia global.
Al día de hoy existen alrededor de 200 grupos trabajando en busca de una vacuna, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue la pista a unas 140 de las investigaciones en curso.
Están siendo probadas en seres humanos en ensayos clínicos unos 18 prospectos, tres de ellos en etapas más avanzadas:
- La vacuna experimental Sinovac Biotech(China).
- La llamada ChAdOx1 nCoV-19 de la Universidad de Oxford (Reino Unido).
- La desarrollada por la compañía Moderna (Estados Unidos).
No obstante, aunque una vacuna contra la COVID-19 se muestre muy promisoria en términos de seguridad y de la respuesta inmunitaria que genere en las fases iniciales, no se puede saber si ayudará a prevenir la infección o incluso a reducir sus síntomas hasta que finalice la tercera fase. Es necesario cumplir con todas las etapas de testeo y corroboración de resultados.
¿Cuál es el camino que sigue una vacuna hasta ser aprobada?
Inicialmente tiene lugar la fase preclínica, donde se prueba su eficacia y tolerancia en animales. Le sigue la fase I, donde se prueba en un grupo pequeño de humanos para evaluar su seguridad y efectos biológicos.
La fase II implica la inoculación en grupos más grandes, en los que también se analiza la eficacia, hasta llegar a la fase III que incorpora muchos más participantes (cientos de miles de personas), y en la que se hacen pruebas aleatorias y de doble ciego, y se la compara contra un placebo.
Por la velocidad a la que se está llevando a cabo la experimentación, algunas vacunas están pasando por una combinación de fases de forma simultánea.
Normalmente, el desarrollo de una vacuna toma años, sino décadas. Los científicos que trabajan en los mejores prospectos esperan lograr hacer el mismo trabajo en cuestión de meses.
Algunos expertos creen que será posible que para mediados de 2021 se pueda contar con una vacuna disponible para la gran mayoría. De ser así, este sería un hito en la ciencia, pero habrá que ver si funciona.
Universidad de Oxford, ChAdOx1 nCoV-19 (Reino Unido)
A fines de julio de 2020, la Universidad de Oxford anunció que la vacuna que desarrollan ha demostrado ser segura, y que genera anticuerpos y células T para combatir al coronavirus. Fue creada a partir de un virus genéticamente modificado que causa resfriado común en chimpancés, en asociación con la empresa farmacéutica Astrazaneca..
Los resultados de los ensayos realizados a unas 1.000 personas han sido calificados de muy prometedores, pero aún queda por demostrar su eficacia contra el virus en la siguiente fase del estudio. Hasta el momento, el 90% de las personas en las que fue testeada desarrollaron anticuerpos neutralizantes después de una dosis.
No se registraron reacciones peligrosas a la vacuna, aunque el 70% desarrolló fiebre o dolor de cabeza, síntomas que según los investigadores pueden tratarse con paracetamol.
Su ensayo se ampliará a más de 10.000 personas en Reino Unido, además de unas 30.000 personas en EE.UU., 2.000 en Sudáfrica y 5.000 en Brasil, donde la cifra de contagios es más elevada.
Sinovac Biotech (China)
En junio de 2020 iniciaron en Brasil las pruebas de esta vacuna (CoronaVac) basada en partículas inactivadas de covid-19. La compañía china anunció que la fase I y II, con 743 voluntarios, no había mostrado efectos adversos, y que la vacuna había provocado una respuesta inmunitaria.
En julio se anunció el inicio de la fase III de los ensayos, realizados en colaboración con el Instituto Butantan, productor de vacunas, que tiene previsto reclutar a cerca de 9.000 profesionales de la salud en seis estados brasileños, que recibirán dos dosis de la vacuna en los próximos tres meses.
Si la vacuna resulta segura y efectiva, el instituto tendrá el derecho de producir 120 millones de dosis según el acuerdo con la empresa china, que por demás está también construyendo instalaciones para fabricar hasta 100 millones de dosis por año.
Moderna (EE.UU)
Moderna fue la primera empresa en probar una vacuna experimental en humanos, nombrada mRNA-1273. En mayo de este año la compañía anunció que habían encontrado anticuerpos neutralizadores del virus en las primeras ocho personas que participaron en el estudio.
La vacuna es un pequeño fragmento del código genético del coronavirus que se inyecta en el paciente. No causa infección ni síntomas asociados a la COVID-19, pero tiene la capacidad de provocar una respuesta del sistema inmunitario.
A los participantes del estudio se les aplicó una dosis baja o media o alta. La dosis más alta provocó más efectos colaterales y aquellos a los que se les suministró la dosis más baja produjeron el mismo nivel de anticuerpos detectados en personas recuperadas de la enfermedad.
Los que recibieron dosis medias tenían "significativamente más anticuerpos" que los pacientes recuperados, según revelaron sus propios investigadores.
Otras empresas (BioNtech y Pfizer) también anunciaron resultados positivos utilizando el mismo procedimiento para su vacuna.
Fuente informativa: BBC News. Vea el artículo original aquí